Hoy

No sé si es la hora, o porque hoy me embriagué de problemas ajenos de esos que uno llega a palpar y absorber para no sentirse tan idiota por los complejos de nadadora amateur que me invento en un vaso de agua medio vacío, pero todos los recuerdos que me llenaron alguna vez, sucumbieron mi cabeza por dos segundos... y sentí pena por no haberlos aprovechado más. En una de esas es el karma gritando en mis oídos generalmente sordos para no equivocarme de nuevo y recordarme que aún hay muchas cosas a las que les debo prestar atención, y como en modo de advertencia, me nockeará pronto si no dejo de ser tan imbécil.